La clarividencia es una habilidad que facilita distinguir hechos con más agudeza y anticipación de lo normal.
Es una percepción analizada de la realidad del entorno o de personas, que los parapsicólogos catalogan como extrasensorial.
El poder psíquico y espiritual de la clarividencia permite establecer una conexión con los hechos pasados y futuro, aunque no esté presente, es decir, en la distancia.
Hoy en día hasta aprovechan la tecnología atendiendo por teléfono o internet.
Porque lo que verdaderamente hace a un clarividente es la conexión espiritual, la sintonía de la energía que se establece por medio de la comunicación, y la disposición de ambas personas en compartirlo.
Es por eso que a la hora de asistir a una consulta debes tener la mejor disposición a ser examinada.
Significado
La palabra clarividencia proviene del idioma francés “clair” que significa transparencia y “voyant” que expresa viendo. Las primeras evidencias del uso de esta palabra data del siglo XVII, la cual expresa literalmente “viendo con claridad”.
Su origen como don, ha sido hallado como testimonio en numerosos textos sagrados e históricos. Además, conocemos muchos casos de visiones por parte de representantes religiosos, prodigios y místicos. Es decir, que de algún modo la clarividencia se ha manifestado siempre.
Otras tendencias o especialidades le definen como un fenómeno relacionado con el poder mental, aunque en ningún caso existe una explicación científica, dándole más bien una definición esotérica.
¿Cómo funciona la clarividencia?
Según estudios realizados en la Universidad de Cornell sobre eventos paranormales como la clarividencia, la telepatía, la premonición o percepción extrasensorial, suponen que la clarividencia está relacionada con la glándula pineal, ubicada en el cerebro.
Generalmente, esta percepción se manifiesta en forma de imágenes, sensaciones, pensamientos, e incluso mensajes que se escuchan. Con los cuales visualiza eventos, mensajes o hechos de manera paranormal para así predecir o pronosticar.
Hay quienes manifiestan su habilidad en forma de sueños, en los que vivencian experiencias y luego son transmitidas a los interesados.
Al igual que la telepatía involucra la compresión de hechos indistintamente del tipo de persona, o si es pasado, presente o futuro, en un plano o dimensión diferente de la conciencia.
El clarividente actúa en estado de receptividad, de todo aquello que le interesa saber del otro como lo puedes ser su pensamiento, sus acciones y emociones.
Dicho en otras palabras, es un ser con una gracia especial que trae mensajes que el universo tiene reservados para ti. Los cuales están regados en tu futuro, presente y pasado y que sirven para que tengas el control de tu vida y, por lo tanto, de tu felicidad.
Para ello, utiliza recursos que sirven de interpretación del oráculo, como lo son: el tarot, el péndulo, la lectura de manos, conjuros y otras mancias.
Aunque es mucho más que eso, pues si este don no está acompañado de la vocación de servicio y de querer ayudar a los demás de nada servirá.
PRACTICANTES DE LA CLARIVIDENCIA
Esta habilidad relacionada con un don de nacimiento en quienes conocemos como clarividentes, médiums, videntes, adivinos.
Aunque también se le relaciona con el espiritismo. Más allá de todas las formas de llamarles, los clarividentes tienen en común una comprensión superior del comportamiento de las personas y los hechos, por lo que pueden acertar el futuro con facilidad.
Mayormente se presenta de manera espontánea, como una constante; o de manera intermitente durante el crecimiento y desarrollo de las personas.
En principio, durante su aparición, de manera indistinta entre hombres y mujeres, se usa de modo involuntario, si no hasta que se aprende a dominar.
Hoy en día, existen facilidades para entrenar y cultivar la clarividencia entre quienes tienen el don. Preparando su estado psíquico a ciertos estados de sensibilidad que le permitan detectar correctamente las vibraciones de otros, a modo de resonancia que se transforma en intuición.
Porque no es suficiente con nacer teniendo esta capacidad de visualizar lo que otros no ven. Es un poder que hay que aprender a educar, es un entrenamiento necesario para así aprovechar al máximo sus bondades.
Aprender que hacer con las señales recibidas, cómo interpretarlas y transmitir al dueño de ese destino. Requiere algo de dedicación, experiencia y sabiduría.
En general, quien practique la clarividencia debe ser una persona comprometida con sus consultantes, con el bienestar, el universo y el misticismo. Que entienda su misión espiritual y que su labor es pro de los demás.
TIPOS DE CLARIVIDENCIA
Positiva
La clarividencia puede ser positiva, cuando es voluntaria. Es decir, cuando la persona que la práctica está consciente de ello y usaba su cualidad al servicio de los demás. Por lo que se ha dedicado a cultivar y conocer su poder.
Negativa
Cuando se presenta de manera involuntaria, sin que la persona pueda tener control de las visiones ni le dé un uso armónico con la espiritualidad, se dice que es una clarividencia negativa.
La videncia simple es por donde inician todos los adivinos o médium, pues se trata de percepción de sensaciones, vibraciones mentales y emocionales de otras personas, incluso apreciación del aura en cualquier ser vivo. Pero no llegan a la visualización de sucesos o eventos.
Clarividencia en el tiempo
El tipo de clarividencia más popular o conocida. Es aquella relacionada con la retro cognición o conocimiento de eventos pasados: Así como también la precognición, relacionada con el destino y lo que pase a futuro.
VIRTUDES DE UN CLARIVIDENTE
La persona que posea la habilidad de la clarividencia, además debe formarse en los valores de la bondad, solidaridad, tolerancia, asertividad, respeto y la paciencia.
Es una especie de guía espiritual que sepa ponerse en el lugar del otro, para comprender mejor su situación.
Debe ser una persona que reconozca la gran responsabilidad que tiene en sus manos, al poder visualizar esos mensajes tan importantes para la vida de otro.
Debe entender que actúa como un intermediario, que presta un servicio y que, por suerte, puede vivir de él.
Además, debe perfeccionar sus cualidades de comunicación, debe saber escuchar, prestan atención, tomar nota de detalles y saber explicarse con claridad.
Y lo que es aún más importante, no juzgar, ser discreto y comprometerse con a la confidencialidad.
Ser clarividente es un rol que exigen poseer una actitud que transmita seguridad, confianza. Con la cual el consultante se sienta a gusto, en intimidad y con facilidad de abrir sus emociones y pensamientos. Se disipe dudas y temores a enfrentarse con el destino.
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