Para James Allen, nuestros pensamientos son las semillas de lo que ocurrirá en nuestras vidas.
La mente humana puede compararse con un jardín y su cultivo es, al mismo tiempo, un trabajo y un camino espiritual que Allen nos presenta con verdadera maestría.
Cuidar el jardín de nuestros pensamientos nos conduce, de forma natural, a una vida plena y feliz.
«Sólo el hombre sabio, sólo aquel cuyos pensamientos son controlados y unifi cados, puede conseguir que le obedezcan los vientos y las tempestades del espíritu.»
Como un hombre piensa, sin duda, es el libro más conocido de James Allen, uno de los autores de autoayuda más leídos y citados de todos los tiempos. Este libro se escribió para todas aquellas personas que buscan sabiduría y tranquilidad en un mundo turbulento y hostil como el actual.
Biografía James Allen
James Allen (28 de noviembre, 1864 – 24 de enero, 1912) fue un escritor filosófico británico conocido por sus libros inspiracionales y de poesía, y por haber sido un pionero en el movimiento de autoayuda.
Su trabajo más conocido, Como piensa un hombre, ha sido masivamente divulgado desde su publicación en 1903. Dicho libro ha sido una fuente de inspiración para autores de la autoayuda y la motivación.
Su Vida
Nacido en Leicester, Inglaterra, en el seno de una familia de clase trabajadora, Allen fue el mayor de dos hermanos.
A los quince años de edad, con la familia haciendo frente al desastre económico, Allen se vio forzado a dejar la escuela y encontrar un trabajo.
En 1898, Allen se encontró con la posibilidad de hacer uso de sus intereses en lo espiritual y lo social como escritor de una revista de la época: El Heraldo de la Época Dorad.
Para esa época, Allen entró en un período creativo a partir del cual escribió el primer libro de muchos: De la pobreza al poder, de 1901.
Sus primeras publicaciones
En 1902, Allen comenzaría a publicar su primera revista sobre espiritualidad, La luz de la razón (The Light of Reason), luego llamada La Época (The Epoch).
En 1903, Allen publicaría su tercer volumen y más famoso libro: Como piensa un hombre. Basado a medias en el proverbio bíblico: “Como un hombre piensa en su corazón, así es él.”
El pequeño trabajo fue eventualmente leído alrededor del mundo y trajo a Allen fama póstuma como uno de los pioneros del pensamiento moderno inspiracional.
Los pocos lectores que tuvo el libro en su momento de publicación, permitieron a Allen renunciar a su trabajo de secretario para dedicarse de lleno a su carrera como escritor y editor.
En 1903, la familia de Allen se retiraría al pueblo de Ilfracombe, donde Allen pasaría el resto de sus días.
Continuando con la publicación de La Época, Allen produjo más de un libro por año, hasta su muerte en 1912. Por lo que se dedicó a la escritura durante nueve años, produciendo en total 19 trabajos.
Luego de su muerte en 1912, su esposa continuó publicando la revista bajo el nombre de La Época. Lily Allen compendió la misión literaria de su esposo en el prefacio de una de las publicaciones de uno de sus manuscritos póstumamente publicados.
En este prefacio, el de [[Las piedras angulares de la felicidad y el éxito]], decía:
“Él nunca escribió teorías, o por el mero placer de escribir; sino que escribió cuando tenía algo que decir, siendo que tenía algo que decir solamente cuando había vivido algo en su vida que valía la pena ser dicho, y que él sabía era algo bueno. Por lo que él escribió hechos, que habían sido probados en la práctica”
COMO EL HOMBRE PIENSA
En su famoso libro “Como Le Hombre piensa”, James nos dice:
Este pequeño volumen (resultado de la meditación y la experiencia) no intenta ser un tratado exhaustivo acerca del poder del pensamiento, de lo que ya mucho se ha escrito. Es más bien sugestivo antes que explicativo, su objetivo es estimular a hombres y mujeres al descubrimiento y la comprensión de la siguiente verdad :
Ellos son forjadores de sí mismos.
en virtud de los pensamientos que escogen y estimulan; que la mente es la fábrica maestra que teje las ropas que visten tanto en lo profundo del carácter como en lo externo de las circunstancias, y que si hasta ahora han tejido ignorancia y sufrimiento pueden tejer iluminación y felicidad.
PENSAMIENTO Y CARÁCTER
El Aforismo, “Como un hombre piensa en su corazón, así es él,” no sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y circunstancia de su vida. Un hombre es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.
Así como una planta brota de su semilla, y no podría ser de otra manera, así cada acción de un hombre brota de las semillas invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” como a aquellos que son deliberadamente ejecutados.
Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra.
Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos, nos forjan y modelan.
Si albergas en tu mente pensamientos inferiores, el dolor te seguirá como sigue el arado al buey… En cambio, si tus pensamientos son elevados, te seguirá la dicha como tu propia sombra, es un hecho.
EL FACTOR PENSAMIENTO EN EL ÉXITO
Todo lo que el hombre logra y todo en lo que falla es resultado directo de sus pensamientos. En un universo gobernado con justicia, en el que la falta de equidad significaría la destrucción total, la responsabilidad individual ha de ser absoluta.
La debilidad y fortaleza de un hombre, su pureza e impureza, son suyas, y de nadie más; son labradas por él mismo, y no por otro, y pueden ser alteradas sólo por él, nunca por otro.
Su condición es también suya y de nadie más. Su sufrimiento y su felicidad emanan de adentro. Como él piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo.
Un hombre fuerte no puede ayudar a uno débil a menos que el débil desee ser ayudado, más aún, el débil ha de hacerse fuerte por sí mismo; debe, con su propio esfuerzo, desarrollar la fortaleza que admira en otro. Nadie más que él puede alterar su condición.
VISIONES E IDEALES
Los soñadores son los salvadores del mundo. Así como el mundo visible se sostiene por fuerzas invisibles, así el hombre, entre todos sus juicios, pecados y vocaciones sórdidas, se nutre de las visiones de belleza de sus soñadores solitarios.
Los compositores, escultores, pintores, poetas, profetas, visionarios, ellos son los hacedores del mundo, los arquitectos del cielo. El mundo es bello porque ellos vivieron, sin ellos la laboriosa humanidad perecería. Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará.
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Un Abrazo, amable lector.