Papus dijo de la Orden Martinista: “Es una sociedad mística (…). Como sociedad, el Martinismo es la unión de las fuerzas invisibles evocadas por la búsqueda de la verdad (…).
La Orden Martinista es un centro activo de difusión iniciática. Está constituida para propagar rápidamente y de una manera amplia las enseñanzas de lo oculto y las líneas de la tradición occidental cristiana. La sociedad Martinista tiene como primer principio respetar la libertad humana (…).
El segundo principio es el de aceptar en su seno a hombres y mujeres.
El tercer principio es el de ser cristiana. El Martinista defiende la acción de Cristo…” (A propósito del Martinismo, Papus, Doctor Gérard Encausse).
Según esta definición, los principios del Martinismo parecen relativamente sencillos de comprender. Pero, en tiempos de Papus, las cosas eran muy distintas a las de hoy en día.
Órdenes Martinistas
En efecto, diferentes ritos se han desarrollado a partir de elementos simbólicos específicos. Unas enseñanzas, unas prácticas, unas costumbres han sido desarrolladas hasta dar nacimiento a diversas Órdenes Martinistas.
En fin, diversos personajes del pasado y modernos han jalonado y construido su historia. Algunos fueron creativos e innovadores, otros doctores y conservadores.
Así pues, es interesante e importante presentar esta tradición, su origen, su rol, su filosofía, así como lo esencial de sus ritos. No se trata de una obra más dentro de la historia del Martinismo.
Objetivo de La orden Martinista
Nuestro objetivo ha sido, al contrario, hacer inteligible esta corriente a aquellos que no tenían más que una vaga idea o falsa idea.
Hemos querido revitalizar el Martinismo del pasado sin dudar del contemporáneo si no se mantiene anclado en tal o cual dogma necesariamente reduccionista. Efectivamente, puede ser para algunos un medio de imponer una visión del cristianismo muy personal, mientras que para otros la dimensión caballeresca o teúrgica será la predominante.
La búsqueda de las raíces podrá conducir a la magia de los Elus Cohens, así como a la simplicidad, la sobriedad y la libertad. Todo en referencia a los martinistas…
De este modo, aquél que quiera aproximarse a esta tradición, y avanzar hacia sus misterios y ritos debe adherirse a la sensibilidad que se desea encontrar allí.
Martinismo Real
¿Se trata de Martínez de Pasqually, de Saint-Martín, ¿de Papus o del Martinismo sencillamente? Pero, ¿bajo qué criterio orientarse?. El aspirante, ¿no se orientará según los encuentros, según el «destino», o por azar?
A menudo se convierten en Martinistas, como otros en Rosa-Cruces o Franc-Masones, ¿o creen convertirse, por el simple hecho de ser iniciados en una orden que lleva este bello y misterioso apodo? Pero, ¿lo son verdaderamente?
De centenares de personas que pasan el portal de esta tradición, pocas quedarán después de algunos años. Menos numerosos son aquellos que lograrán penetrar en el corazón de aquello que se ha venido en llamar el esoterismo cristiano. Y, en consecuencia, ¿no es este uno de los aspectos más importantes de esta diligencia?
Entre todas estas personas que creen conocer el Martinismo, muchas rechazarán la llamada a una
búsqueda que los haría progresar, en el fondo de su ser, abandonándola como un ideal utópico que la realidad de ciertas órdenes fraternales ha infamado rápidamente.
En consecuencia, hay detrás de cada cuál una llamada, una fuerza que dirige a cada uno misteriosamente hacia estos portales. Todos aquellos que se han aproximado a esta tradición han sentido este deseo, esta fraternidad que les permitiría profundizar aquello que ellos habían abordado individualmente y, con frecuencia, intelectualmente en los libros.
Diversidad de órdenes
La perspectiva de un intercambio productivo, la atracción del rito y su valor que hoy en día tiene aún, hace que sean numerosas las personas que se apuntan después de haber pasado por diversas órdenes existentes.
Más allá de esta aparente diversidad, a veces este ultraje, la experiencia cotidiana demuestra la permanencia de un pensamiento y de un carácter martinistas independientes de las estructuras visibles capaces de hacer germinar en cada uno, aquello que denominamos la llamada o el deseo de la búsqueda.
¿No son numerosos aquellos que, con un libro de Papus en la mano, han fantaseado sobre cuál fue el Martinismo de aquella época?
Martinismo Occidental
Esta fraternidad, uniendo cada uno de estos amigos en una búsqueda total, les resulta atractiva en cada instante de su vida. La fraternidad no era para ellos una finalidad. Ella era la consecuencia de su caminar místico.
No creemos que tal estado de cosas haya desaparecido hoy en día, porque alrededor nuestro algunos martinistas o algunos buscadores habiendo integrado en ellos este ideal, obran en el incógnito y en el silencio.
Puede tratarse de estudiantes pertenecientes a diversas órdenes, pero también de todos aquellos que, no iniciados, no conociendo tal vez esta vía, encarnan ya en su vida tal ideal. Porque no es suficiente estar iniciado para convertirse en martinista. Algunos, que no pertenecen a esta escuela, podrían hasta dar unas lecciones.
Esta tradición es, entonces, algo más que un rompecabezas de diferentes corrientes, de las cuáles nos podría faltar un trozo; es la presencia sobre nosotros de un pensamiento, de una egrégora que sintetiza una comunión de espíritu y de símbolos entre diferentes personas.
Esoterismo cristiano
Más allá de las fisuras, más allá de las oposiciones, el Martinismo permanece uno y vivo, porque su acción y su rol no están, afortunadamente, sometidos a las estructuras visibles.
Es partiendo de esta certificación que nosotros hemos podido describir esta corriente occidental evitando extraviarnos en una historia estéril o en una parcialidad reductora. En efecto, existe un objetivo martinista trascendiendo a los seres que han constituido su historia. Se trata de la defensa y del servicio invisible del esoterismo cristiano.
Paralelamente a esta obra algo indefinida, el descubrimiento de sí misma y de su propia expresión divina aparece como el eje esencial del trabajo.
Si este cuerpo doctrinal no estuviera vivo, hace tiempo que habría desaparecido. Constatamos que ese no ha sido el caso.
Martinismo y el Martinezismo
Existe hoy en día una distinción entre el Martinismo y el Martinezismo, subrayando la diferencia que existe entre el más antiguo fundador, Martínez de Pasqually y uno de sus sucesores, quien ha marcado más esta corriente, Louis Claude de Saint-Martín. Es preciso remontarnos a una época en la que ninguna de estas doctrinas existía bajo la forma como la conocemos hoy en día y hablar algo sobre Martínez de Pasqually.
Libros de Martinismo
Si deseas aprender TODO lo esencial sobre el Martinismo, en esta web encontrarás lo necesario. La mejor recopilación de libros sobre Martinismo está frente a ti.
Esperamos que te sea de gran utilidad.
Un abrazo amable lector.