Annie Wood Besant; Londres, 1847 – Adyar, 1933 Teósofa inglesa.
Recibió una educación privada en Inglaterra, Francia y Alemania, y sobresalió en su afición por las ciencias, especialmente por la botánica.
Divorciada de su esposo Frank Besant, colaboró en el movimiento librepensador de Charles Bradlaugh, con quien dirigió la edición del “National Reformer”, y militó en los movimientos socialista y laborista, en la Sociedad Fabiana y en la Federación Social Democrática.
En 1907 fue elegida presidenta de la Sociedad Teosófica, que H. P. Blavatsky había fundado en 1875; presidió la Sociedad por dos períodos consecutivos de siete años, desde 1907 hasta 1921.
Dotada de unas extraordinarias dotes de organización y de una inagotable capacidad de trabajo, Annie Besant recorrió varias veces toda Europa propagando sus ideales teosóficos.
Habiendo establecido su residencia en la India, conoció allí a Jiddu Krishnamurti, a quien señaló como líder espiritual, y apoyó los movimientos independentistas de aquel país: presidió el Congreso Nacional Indio en 1917, fundó la “Home Rule League” de la India, de la cual fue presidenta en 1916, y fue secretaria de la Convención Nacional de la India.
En reconocimiento a su labor en favor de la educación, la Universidad de Benarés le concedió el título de doctora.
Lo que prevalece en el pensamiento de Annie Besant es su convicción teosófica. Para ella, la esencia de la teosofía consiste en el hecho de que, siendo el hombre de naturaleza divina, tiene la capacidad de penetrar la esencia de la divinidad.
De ahí se sigue la fraternidad universal entre los hombres. Todo se basa en la unidad de vida: las distintas vidas existentes no son más que expresión de una vida común.
Los dos dogmas de la teosofía son la reencarnación y el karma. El hombre ha de vivir en una serie de vidas terrestres hasta conseguir la purificación perfecta; toda experiencia terrestre se transforma, en la vida celeste, en facultad intelectual y en conciencia; de esta forma, el niño, cuando nace, trae sus experiencias anteriores convertidas en tendencias y facultades intelectuales.
El karma es el resultado de la ley de la causalidad: nada de lo que hace el hombre queda sin consecuencias.
El hombre recogerá en las futuras encarnaciones lo que vaya sembrando con sus actos. El karma es, pues, la carga que se arrastra como consecuencia de nuestras acciones.
Con estas ideas pretendía Besant contribuir a la liberación de las clases desposeídas y a la aparición de una era de prosperidad para los hombres.
En su vasta producción literaria se pueden distinguir dos campos: el filosófico-religioso y los escritos sobre la cultura india.
También hizo algunas traducciones, como las obras del alemán Ludwig Büchner Fuerza y materia y La inteligencia de los animales.
En la temática de la cultura india destacan The religious problem in India (1902), Hints on the Bhagavad Gita (1905) y The Wisdom of the Upanishads (1906), entre muchos otros folletos y conferencias.
Sus obras fueron traducidas a las principales lenguas europeas, e incluso se fundaron editoriales y sociedades ocultistas para la publicación de las mismas.
Infancia y familia
Annie Wood nació en Londres el 1 de octubre de 1847; sus padres, William Wood y Emily Morris, eran irlandeses de clase media.
La infancia de Annie fue difícil. Su padre, médico, murió cuando ella tenía solo cinco años, después de contraer accidentalmente tuberculosis de un hombre fallecido. Su muerte dejó a la familia en graves dificultades financieras.
Al poco tiempo, uno de los hermanos de Annie también murió. Su madre intentó administrar una residencia para niños en la Escuela Harrow, pero no pudo mantener a su hija.
En 1855, colocó a Annie bajo el cuidado de su amiga filantrópica Ellen Marryat, quien podría brindarle a la niña una buena educación. Esto cambió la vida de Annie drásticamente.
A los dieciocho años, Annie se comprometió con el tímido y austero anglicano evangélico, Frank Besant. Dos años más tarde, en 1867, se casó con el clérigo de 26 años.
A los pocos años, la pareja tuvo dos hijos, Digby y Mabel. El matrimonio, sin embargo, no fue feliz. Comenzaron los conflictos debido a la independencia de Annie y sus intereses políticos y religiosos. Pero ella además era maltratada físicamente por su esposo.
Tan terrible era su matrimonio que una vez, con veneno en la mano, pensó en suicidarse. Cuando estaba a punto de beberlo, escuchó una voz clara de severa reprobación, que le dijo: “¡Oh, cobarde, cobarde, que solías soñar con el martirio y no puedes soportar unos pocos años de desgracia”. De inmediato arrojó la botella por la ventana y nunca olvidó la voz
Incursión en el Espiritismo
Hacia 1892, Besant fue vista participando de sesiones espiritistas, en un intento de comunicarse con la fallecida Blavatsky:
«En 1892, el señor Basil Crump que acababa de afiliarse a la Sociedad Teosófica estaba haciendo unas investigaciones de los fenómenos de una cierta médium de trance.
Él estaba presente en una sesión privada con esta médium en el estudio de un artista amigo suyo, a la cual llegó la señora Besant acompañada de otro miembro del Grupo Interno de Blavatsky, la señorita Emily Kilinsburg, a fin de hablar con su difunta maestra. Una inteligencia que se llamó a sí misma “Señora Blavatsky” controló a la médium, y la señora Besant mantuvo una conversación con ella.
Posteriormente cuando el señor Crump estudió las explicaciones de Blavatsky acerca de los fenómenos espiritistas, y su enfática negación de que el verdadero Ego inmortal jamás se comunica de esta manera, naturalmente se quedó sorprendido de que una de sus alumnas más letradas, pensara que existiese esa posibilidad y que perdiera su valioso tiempo asistiendo a sesiones espiritistas.
Pero ahora él ve que todo esto solo era un síntoma temprano de su asombrosa credulidad e ignorancia acerca de la ciencia oculta, que desde entonces ella ha demostrado.
Libros sobre Annie Besant
Si deseas conocer las obras de Annie Besant y obtener sus enseñanzas, en esta Web podrás consultar sus mejores libros, completamente GRATIS.
Esperamos que los disfrutes y te sean de gran ayuda.
Un Abrazo, amable lector.