Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción, Alice Bailey es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.
Comprender la existencia de Alice es comprender más acerca de un periodo concreto de la historia de la humanidad.
Ocultista británica. Teósofa en sus inicios, creó un sistema de cristianismo esotérico en el que la meditación se erigía en método. Fundó la Escuela Arcana, extendida en muchos países. Profetizó una nueva era y el inminente retorno de Cristo. Entre sus muchos libros, cabe destacar Cartas sobre meditación ocultista y La reaparición de Cristo.
Su Vida
Alice Ann La Trobe-Bateman Bailey, nació el 16 de junio de 1880 en Manchester, Inglaterra.
Su origen social era de clase media alta, de tipo religioso, y orientado al servicio. Ambos padres murieron cuando Alice tenía ocho años, así que ella y su hermana vivieron desde entonces con sus abuelos en Surrey. Fueron educadas primero por institutrices y más tarde asistieron a un colegio privado en Londres.
Alice, en su Autobiografía Inconclusa, describe que sus primeros 20 años de vida fueron completamente subordinados a las convenciones sociales de su tiempo.
En la India Alice conoció a Walter Evans, con quien se casó y con quien se establecieron en los Estados Unidos. Allí él estudió teología y fue ordenado sacerdote de la Iglesia Episcopal.
Estudio y Trabajo
Fue en en 1915, cuando tenía 35 años, que Alice se puso en contacto con la Teosofía a través de dos mujeres inglesas con las que entabló una amistad.
Pasó los siguientes años trabajando en la fábrica de conservas mientras estudiaba las nuevas ideas teosóficas: asistía a las reuniones y estudiaba detenidamente La Doctrina Secreta de Blavatsky, tratando de integrar esas ideas con el cristianismo de su educación.
En poco tiempo, Alice comenzó a dar clases de Teosofía en la Logia de Pacific Grove, California.
Acontecimientos significativos
A principios de 1919, cuando trabajaba en Crotona (la sede estadounidense de la Sociedad Teosófica, en aquel entonces situada en Hollywood, y desde 1926 en Ojai, California), se produjeron dos acontecimientos significativos.
El primero fue su primer encuentro con el Maestro Djwhal Khul, un miembro de la Jerarquía Espiritual y discípulo personal del Maestro Koot Humi.
Esto ocurrió una mañana cuando Alice estaba sentada en una colina cerca de su casa. Oyó la nota clara de una música que parecía sonar en el aire, en la colina y en su cuerpo.
Entonces oyó una voz que le dijo: «Hay algunos libros que deben ser escritos para el público. Tú los puedes escribir. ¿Lo harás?» Sin pensarlo un momento, ella se negó.
No tenía ningún interés en las facultades psíquicas y en ese momento no sabía cuáles eran las credenciales de su misterioso interlocutor. Él Insistió, sin embargo, y ella finalmente accedió a servir como su amanuense y secretaria.
Así comenzó una relación telepática que se prolongó durante 30 años, hasta que Alice falleció en 1949. (Nota: la forma de comunicación era la telepatía y no una canalización ya que el Maestro D.K. estaba entonces, y quizás aún hoy, encarnado en un cuerpo físico en el Tíbet, razón por la cual se lo conoce como El Tibetano).
La colaboración comenzó en forma de «cartas» a Alice, dándole la información necesaria, consejos y aliento para apoyarla en su enseñanza y actividades de escritura. Algunos de estos escritos se cuentan hoy como los primeros libros azules: Iniciación Humana y Solar y Cartas sobre la Meditación Ocultista. Algunas de las cartas de este período permanecen inéditas.
La Educación en la Nueva Era
En uno de sus más destacados libros, “La Educación en la Nueva Era”, algunas de sus palabras son:
“La educación debe satisfacer las necesidades del espíritu humano. Debe ayudar al individuo a desarrollar una filosofía y un sentido de los valores personales adecuados; cultivar el gusto por la literatura, la música y las artes y acrecentar la capacidad para analizar los problemas y llegar a conclusiones”.
Hoy en día estamos perdiendo la tendencia de asociar “educación” solo con la instrucción de los jóvenes y con asuntos académicos.
La educación es, o debiera ser, un proceso continuo desde el nacimiento hasta la muerte, concerniente no sólo con la adquisición de conocimientos sino también con la expansión de la conciencia.
El conocimiento, en sí mismo, es como un callejón sin salida, a menos que sea llevado a una relación funcional con el medio ambiente, responsabilidades sociales, tendencias históricas, condiciones humanas y mundiales, sobre todo, con la evolución de conciencia que brinda la infinita inmensidad de un universo desconocido dentro de los límites de la finita mente humana.
Para simplificar, podemos decir que la educación es un proceso de aprender cómo reconciliar lo humano con los elementos divinos en la constitución del hombre, creando una relación correcta entre Dios y el hombre, espíritu y materia, el todo y la parte.
Si esto es educación en su amplio sentido, es más específico y más concentrado cuando es considerado a la luz del entrenamiento del niño.
Para destacar
Este libro es concentrado y específico. Se enumeran faltas e insuficiencias que presentan los sistemas educacionales presentes que existen en muchas partes del mundo y se sugieren métodos para el futuro.
Se pone énfasis en la necesidad de educación del ciudadano mundial. Aún antes de que este libro fuera publicado, esta necesidad se hizo presente.
Está claro, sin embargo, que ya que los niños tienden a aceptar sin cuestionar a otros niños de otras naciones, otras razas, color, creencia y origen social, se debe generar entonces conciencia mundial e inclusividad, en aquellos adultos responsables de la educación y entrenamiento de los jóvenes.
Ciencia del Antakarana
Por lo tanto, este libro incluye un breve capítulo final sobre la “Ciencia del Antakarana”, o sea, con el esfuerzo creativo para unir en conciencia la mente inferior, analítica, que busca conocimiento, con el alma y la mente superior que es un aspecto del yo divino, el hombre espiritual.
Este es un proceso científico que puede ser estudiado y practicado como una técnica de meditación, combinada con el esfuerzo de aplicar principios espirituales a la vida diaria en cualquier circunstancia.
La construcción del Antakarana, literalmente un puente entre los mundos subjetivos y objetivos, crea un canal para la transmisión de energías espirituales: luz, amor y poder.
Estas energías transforman la vida diaria, irradian la personalidad e inspiran a la mente pensamientos creativos consistentes con las necesidades del Plan emergentes al comienzo de la nueva era.
Así, este adulto iluminado puede estimular el alma del niño, enriquecer y dar vida a la mente, y proveer las correctas oportunidades para el completo desarrollo del potencial espiritual.
Libros sobre Alice Bailey
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Esperamos que los disfrutes y te sean de gran ayuda.
Un Abrazo, amable lector.