Osho

El maestro rebelde

Autora de la nota: Luz de Urquieta


En la segunda mitad del siglo XX, este líder espiritual atrajo a multitudes desde todos los lugares del planeta. Profesionales, estudiantes, terapeutas, psiquiatras, artistas, hombres de negocios, financistas, y celebridades llegaron a la India cautivados por la perfección filosófica y la expresiva belleza de sus libros, traducidos a muchos idiomas.

La fuerza espiritual del maestro los impulsó a construir comunidades en la India, Estados Unidos y otros países del orbe.

Deseaban experimentar en sí mismos sus enseñanzas de amor, luz interior, crecimiento personal y conciencia superior.

Bhagwan Shree Rajneesh, que en los últimos años de su vida tomó como nombre de Osho, fue para sus sannyasins o buscadores de la verdad un Buda, un Cristo de nuestros tiempos. Para los gobernantes del mundo y religiosos oficialistas, sólo un personaje controvertido y molesto, con ideas peligrosas para la juventud, que apuntaban a destruir las bases de la sociedad. La prensa le puso mascaras falsas llamándolo gurú del sexo y santón de los ricos.

Esa fue la reacción de lo establecido en la médula de sus enseñanzas, que pretendían liberar a los seres humanos de los grilletes del condicionamiento patriarcal, fuente de conductas autodestructivas, como la guerra y la violencia, que han persistido durante siglos e impiden el verdadero autoconocimiento.

Perseguido, llevado a la cárcel, cargado de cadenas por infringir las leyes de inmigración de los Estados Unidos, fue posteriormente expulsado, por este motivo, de 21 países del mundo cuando intentó realizar una gira mundial. Envenenado con talium en los presidios estadounidenses murió, a causa de ello, antes de los 60 años.

Fue el último inconformista de este siglo. No adhirió a credo ni doctrina alguna. Inflamado por la llama de la rebelión, pretendió iniciar las tradiciones muertas. Nunca tuvo miedo de las consecuencias.

Sus sannyasin, agrupados hoy en pequeñas comunas, mantienen viva la llama y difunden, en los centros Osho de todo el mundo y por Internet, la extensa obra del sabio e iluminado maestro que hablo del cuerpo, del sexo, del movimiento y la música como las mejores vías de conexión con la conciencia cósmica universal a la cual todos pertenecemos.

 


Bajo el nombre de Rajneesh Chandra Mohan, llegó al mudo el 11 de Diciembre de 1932 en el pueblo de Kuchwada, en el estado de Madhya Pradesh, India.

Primogénito de una modesta familia de mercaderes de ropa profesaban la religión jianista, la misma del Mahatma Gandhi, fue criado por sus abuelos maternos hasta los ocho años, hecho que tuvo una profunda y decisiva influencia en sus futuras enseñanzas. Su abuela fue su verdadera madre. Nacida en Khajuraho - hermosa ciudad tántrica, llena de templos con miles y miles de esculturas de los dioses hindúes haciendo el amor, no profesaban la religión jianista de su esposo, e instruyó al niño en la ciencia del tantra en la que había sido educada.

Su abuelo, interesado en conocer el destino de su nieto, encargó levantar su carta natal al mejor astrólogo de la cercana ciudad de Varanasi. Sintió una gran desilusión cuando el astrólogo manifestó que debía esperar a que cumpliera siete años. "Si sobrevive hasta esa edad - le dijo - será un Buda".

Pasaron los siete años y el astrólogo visitó la aldea montado a un caballo lujosamente enjaezado. Rajneesh correteaba desnudo por las calles del pueblo y siguió el corcel hasta la puerta de su casa. Allí se plantó al lado de su abuelo mirando fijo a los ojos del astrólogo. Este rió y le dijo: "Te traigo tu carta astral, estaba preocupado porque los que son como tú y serán como Buda, no viven mucho tiempo".

El niño replicó: "Tu no serás un Buda, pero sí un bhikhu (discípulo de

Buda)". El astrólogo contesto riendo: "Imposible".

El niño replicó: "Aunque no tengo que apostar, ¿Quieres apostar? " Dijo el sabio: "No importa que no tengas nada, pero si tú ganas y llego a ser un bhikhu, te daré mi reloj de oro con brillantes".

A los 14 años, Osho viajó con su familia a Varanasi. En el camino, encontraron a un anciano que vestía la túnica de un bhikhu. Reconocieron al astrólogo y lo saludaron. Éste pagó su apuesta entregando al adolescente su valioso reloj y con gran reverencia se inclinó para tocarle sus pies, gesto que en la India significa rendirse al maestro.

El niño se crió en libertad, como una animalito salvaje, hasta los siete años. Sin acondicionarlo ni obligarlo a asistir al templo jianista, su abuela le enseñó el secreto tántrico de vivir y disfrutar la vida en su plenitud, uno de los fundamentos de la enseñanza del maestro.

A los cinco años mostró su talante rebelde, mostrándose impertinente con un monje jianista invitado por su abuelo a predicar en su hogar. Empezó su enseñanza con información sobre los siete infiernos de los jianistas, señalando que de seis de ellos se puede salir, pero que el séptimo es eterno.

Osho, que conocía por su abuelo el principal precepto del jianismo que dice:

"No creas nada que no hayas experimentado por ti mismo", preguntó al monje: "¿Ha estado usted en el séptimo infierno para asegurar que existe?

El otro no pudo responder. El abuelo saltó en defensa de su invitado e, indignado, intento hacer callar al nieto, quien apoyado por su abuela, insistió en seguir preguntando. No sólo esa vez, sino en muchas otras ocasiones, ella apoyó la naciente rebeldía del niño a las incongruencias de las enseñanzas religiosas.

"Entonces aprendí que la rebelión es el principal fundamento de la verdadera religión. Por esto, argumentar y discutir entregando buenas razones ha sido siempre una gran alegría para mí", comentó Osho al relatar, años mas tarde, la anécdota del monje. Su infancia libre y salvaje cambió al morir su abuelo, en 1938. Se mudaron al pueblo de Gadarwara, donde vivían sus padres. Pero el niño se negó a vivir con la familia paterna. Incapaz de tratar a su madre de mamá, le decía " Bhabhi ", un termino hindú que significa cuñada. Como no lograba adaptarse, su abuela decidió alojarlo en las noches y enviarlo en el día a convivir con su familia.

"El amor con libertad es de reyes y reinas, porque el amor con libertad es el reino de Dios verdadero. El amor te da las raíces de la tierra y la libertad te da las alas. Mis abuelos me dieron amor y libertad", decía el maestro al recordar su infancia.

Al cumplir nueve años, su padre lo matriculó en la escuela del pueblo, obligándole, casi a la fuerza, a asistir a clases. Su primer profesor fue Kantar Master, que enseñaba a al antigua, con golpes, cachetadas y tirones de las orejas.

Con gran osadía para su corta edad, el pequeño lo denunció como torturador de infantes al vicepresidente del Comité Municipal del pueblo, el pandit Shamburatan Dube, conocido como Shambu Dube.

El Pandit escuchó respetuosamente su denuncia, felicitándole por ser un rebelde atrevido y cambió al profesor. Desde entonces, se convirtió en su mejor amigo. Respetado abogado, escritor y poeta, Dube era muy conocido en la India por el premiado film la reina de Jhansi basado en uno de sus cuentos.

Las gentes del pueblo se admiraban de que un hombre de 50 años fuese amigo de un niño de nueve. Pero Shambu Dube, poeta sensible, fue el primero en descubrir al maestro espiritual en el pequeño Rajneesh. Sostenían largas conversaciones sobre la eternidad del momento presente, durante sus paseos por la orilla del río. Fueron amigos hasta la muerte de Dube en 1960.

Música en la meditación

Tutor, maestro y protector de Rajneesh durante su infancia y adolescencia fue el reputado flautista Pagal Baba, un virtuoso de la música, muy amigo de su familia, quien lo invitó a viajar por la India, llevándolo a conocer el Taj Mahal, las cuevas de Ellora, Ajantas y los Himalayas. Juntos asistieron a una gran Khumba Mela, multitudinaria reunión tradicional de santos y yoguis que cada cierto tiempo se efectúa en la India, siendo de gran importancia para los buscadores espirituales del país.

Pagal Baba le obsequio una flauta para iniciarlo, diciéndole: "La música conduce a las mayores alturas". Le presentó a los mejores flautistas de ese tiempo, como Hariprasad, Sachdeva y Pannalal Gosh, famosísimo intérprete que llegó a ser un gran amigo de Rajneesh. El anciano músico intuía que el niño sería un maestro espiritual.

La filosofía de Pagal Baba emergió en las enseñanzas del maestro cuando incorporo música a todas sus técnicas meditativas. Osho explicaba: "Tal vez la meditación emana de la música o quizá la música es la madre de la

meditación". Al morir Pagal Baba, su amigo Masta Baba, conocido como Masto, citarista de mucho dinero y conocido de los abuelos de Osho, se encargó de guiar al muchacho. En 1952, Masto lo presentó a Jawaharlal Nehru, primer ministro de la India, reuniéndose los tres en la famosa casa

"Trimurti", hoy convertida en museo dedicado a la memoria de Nehru. En otras visitas conoció a Indhira y a su marido Feroze Gandhi.

Nehru quedó sorprendido de la sabiduría del joven de 20 años, al preguntarle si espiritualmente era correcto estar en el mundo político. Osho respondió:

"No. Debe haber hecho algo errado en sus vidas pasadas, de otra manera no sería primer ministro".

Al terminar el encuentro, Nehru manifestó: "Esta reunión ha sido fructífera porque ahora tengo la amistad de un hombre que no pertenece a este mundo".

La iluminación

El 21 de marzo de 1953, a la edad de 21 años, Rajneesh alcanzó la iluminación, la más alta cumbre de la conciencia humana. Al día siguiente, el 22 de marzo, su protector y amigo, el maestro Masto, partió para un retiro espiritual en los Himalayas, a un lugar desconocido del cual nunca retornó.

De su experiencia iluminadora, Osho dijo: "Ya no busco nada. La existencia me ha abierto todas sus puertas. Ni siquiera puedo decir que pertenezco a la existencia, porque soy parte de ella... Cuando un capullo florece, yo florezco con él. Cuando el sol sale, yo salgo con él. El ego, que mantiene a las personas separadas, ya no está presente en mí. Soy parte de la naturaleza, mi ser es parte del todo..."

En sus años universitarios se hizo famoso por su participación en concursos de debates entre estudiantes, muy populares en la India. Obtuvo el título y la medalla de oro de Campeón de Debates de todo el país. En 1956 recibió su master en filosofía con primera clase de honores - la clasificación mas elevada dentro de una especialidad -, en la Universidad de Sagar.

Osho no tenía fortuna y debió comenzar a ganarse la vida como profesor del Colegio de Sánscrito de Raipur, durante 1957.Al año siguiente, lo contrató la Universidad de Jabalpur, donde ejerció como un destacado catedrático de Filosofía, hasta 1966. En este periodo comenzó a dar conferencias públicas en el estilo del debate. Magnífico orador, dotado de una amplia erudición, desafiaba a los lideres religiosos ortodoxos, perturbando en forma osada sus creencias tradicionales. Como en sus años estudiantiles, en cada debate salía triunfador y de ese modo sacudía todas las creencias establecidas de la India.

El maestro interior crecía en él a niveles gigantescos. Le era imposible seguir confinado en las aulas universitarias. Necesitaba entregar al mundo sus conocimientos espirituales, sus vivencias, su iluminación. Deseaba dedicarse por entero al desarrollo de la conciencia humana.

En 1966, abandonó su cátedra y se dedicó a enseñar a sus contemporáneos de Oriente y Occidente el arte de la meditación. Viajó a lo largo y a lo ancho de toda la India con el nombre de Acharya (profesor) Rajneesh. Miles de sus compatriotas acudían a escucharlo y sus corazones eran alcanzados por el rayo iluminador de su palabra.

Pero la sociedad hindú y los dirigentes religiosos no lo miraban bien. ¿Cómo se atrevía a aconsejar a su público que superaran los condicionamientos sociales? ¡Que osadía recomendarles vivir de acuerdo con su naturaleza, diciéndoles que la plenitud provenía de la naturaleza y no de la sociedad! ¿Qué herejía era esa de afirmar que la sexualidad no era un impedimento para la iluminación?

Aunque es imposible encasillar a Osho dentro de alguna especial tendencia filosófica o religiosa, tal vez fue una reedición de los milenarios maestros tántricos. Sus contemporáneos hindúes parecían ignorar que 5000 años antes, los místicos de la tradición tántrica habían escandalizado, aún más que Osho, a los sacerdotes de las religiones organizadas de la India. El surgimiento del tantra fue la rebelión contra los preceptos morales represivos religiosos, las prácticas ascéticas brahmánicas y el rechazo de la sexualidad para conseguir la iluminación. Esta propuesta rebelde e inconformista desafió tabúes y credos, ramificándose e influyendo, no sólo en el hinduismo, sino también en el taoísmo y en el budismo, y en Occidente se convirtió en el culto del éxtasis del dios griego Dionisos.

Los maestros tántricos enseñaron de un modo que la tradición tibetana denomina "sabiduría demente". Utilizaban historias paradójicas comportándose de forma provocativa con el fin de propiciar en sus discípulos el abandono de actitudes convencionales y la adopción de una vida integrada, sin contradicciones entre lo sagrado y lo profano, entre lo espiritual y lo sexual. Postulaban que hombres y mujeres están dotados con dos tipos de energía: la femenina y la masculina, y que es necesario integrarlas, en pareja o solos, en la senda de la iluminación.

En vez de favorecer el apartamiento de los placeres mundanos como hacen otras tradiciones, el tantra señala que es mucho más efectivo para los seres humanos disfrutar y canalizar la energía del goce por medio de técnicas de meditación especiales que conducen rápidamente a la satisfacción humana y la iluminación espiritual. Lo mismo enseñaba Osho. Al igual que los antiguos tántricos, ofrecía un camino que enfatizaba la experiencia directa, en lugar de la aceptación ciega de dogmas, y entregaba técnicas específicas para modificar costumbres autodestructivas sin luchar contra ellas.

Aconsejaba dejarse llevar para la espontaneidad y el gozo. Su religión era la celebración, y la vida misma una celebración.

"Dios es la vida - decía. No hay otro Dios más que la vida. Vive la vida en su totalidad con éxtasis. Cuanto más lleno de vida estés serás como Dios. Tú eres la semilla. Dios es el florecimiento del árbol."

En 1968, se estableció en Bombay. Dos años más tarde creó su revolucionaria Meditación Dinámica, técnicas que ayuda a detener la mente y a liberarse de ataduras y traumas mediante la catarsis. Más tarde ideó otras meditaciones con música y danzas: Kundalini, Nataraj, Whirling (técnicas sufis) y Nadhabrama, relacionadas con la energía auditiva, con una versión para hacer en pareja.

¿Qué efecto causaba en sus seguidores indios?

El testimonio de una antigua sanyasin hindú que participó en su primer ashram y fue testigo de sus últimos días en el mundo, entrega una visión de primera mano del efecto magnético del maestro. Ma Dharma Jyoti, de 26 años, buscadora espiritual desilusionada de santones y mahatmas, del juego religioso y proselitista que se daba en la India, asistió en enero de 1968 a una conferencia de Acharya Rajneesh en Bombay.

Relata en su libro One Hundred Tales for Ten Thousands Buddhas (Cien cuentos para diez mil Budas) que al escucharlo sintió una presencia mágica inundando su ser. El profesor le pareció un antiguo rishi de los tiempos de los Upanishads y no un hombre de 36 años.

Más tarde pidió audiencias privadas. En su segundo encuentro con el maestro, este colocó su mano derecha en el chakra del corazón de Jyoti y la izquierda sobre su cabeza. "Me sentí penetrada por una energía inmensa. Empecé a llorar y terminé sollozando en el regazo del maestro. Retiró sus manos y me pidió que abriera los ojos. Cuando lo miré, sus ojos brillaban como estrellas en el cielo azulmarino de la noche. El miedo desconocido que siempre agarrotaba mi corazón, mi soledad y mi desamparo desaparecieron desde ese mismo instante para siempre. Estaría junto a ese hombre hasta la misma eternidad."

Los primeros iniciados

En 1970, en Kulu Manali, un hermoso lugar de lis Himalayas, el maestro inició a su primer grupo de sanyasins. En la India, tomar sanyas significa renunciar al mundo. Osho le daba otro sentido: abandonar las ataduras con el mundo de las convenciones y convertirse en su discípulo.

Como los otros buscadores, los sanyasins de Osho usaba ropa de color naranja o rojo y un mala (rosario hindú de 108 cuentas) con una foto del maestro, y adoptaron un nombre nuevo. Al iniciarlos, les pedían que se arrodillaran, cerraran los ojos y levantaran los brazos, advirtiéndoles que, si sucedía algo, dejaran que ocurriera. Escribía un nuevo nombre en un papel, les solicitaba que abrieran los ojos y colocaba un dedo en el sitio del tercer ojo espiritual mientras comentaba el porqué del nuevo nombre. A todos los varones los nominaba inicialmente swami, que literalmente significa "aquel que es maestro de sí mismo" y a las mujeres como ma, término que en la India designa a la "Madre Divina". Les exigía meditar dos horas diarias para que pudieran acceder al estado de "awareness" o despertar de la conciencia superior.

"El sanyas es un nuevo nacimiento -decía-, debe conducir a un nuevo estado de ser, a un nuevo nivel de conciencia. El nombre nuevo es el símbolo de es renacimiento. El sanyas es un intento de hacer al discípulo consciente de sus potencialidades, de que la vida que conoce no es la vida real y que debe encontrar la vida oculta."

A partir de los ´70 llegaron hasta él miles de occidentales interesados en la búsqueda de sí mismos y en experimentar su meditación dinámica. En fecha muy significativa, el vigésimo primer aniversario de su iluminación, el 21 de marzo de 1974, fundó el ashram de Poona. El centro alcanzó fama mundial. Además de enseñar todas sus meditaciones, incluía grupos y talleres que combinaban métodos orientales con psicoterapia occidental. En forma paralela, entregaba técnicas de rolfing, bioenergía, terapia corporal neoreichiana, tai chi, rebirthing. En 1980, Osho había reunido 250.000 discípulos en todo el mundo, que se vestían con tonos del sol naciente, bautizados por la prensa como "los rojos".

En Poona entregaba una charla matinal, que era seguida por la meditación dinámica. En sus discursos, mostraba un gran sentido del humor y vasta erudición filosófica. Hablaba de los sutras del yoga, de las parábolas de Jesús, de los Koanes del zen, de sufismo, taoísmo, hassidismo, tantra, discursos que mezclaban chistes, que hacían aún más amena sus exposiciones. Las charlas eran alternadas con sesiones de preguntas y respuestas.

Cuando lo interrogaban sobre cómo debía ser un místico, quebraba los esquemas de las occidentales definiéndolos como un aventurero, un explorador o un niño que inicia su vida con expectativas de asombro y un gran interrogante en su corazón. "Cada niño es un místico - afirmaba - que en alguna parte del camino de su crecimiento perdió el contacto con sus posibilidades intrínsecas de ser un místico. Lo condicionaron, le dieron doctrinas religiosas, lo torturaron, lo volvieron falso. Lo metieron en una jaula, en una prisión. Mediten, porque la meditación es un descondicionamiento, un desaprendizaje. Permite llegar a ser abierto otra vez, totalmente sensitivo."

Una afección congénita de la columna deterioraba poco a poco su salud, y a principios de los ´80 aparecía sólo dos veces al día ante el público de Poona. En esa época, comenzaron a surgir ataques a sus enseñanzas. Dirigentes religiosos de las iglesias de Oriente y Occidente criticaban públicamente las actividades del ashram de Poona, en especial los discursos del maestro.

Es posible que molestara a moros y cristianos la insistencia de Osho de vivir en plenitud. Algunas de sus frases resultaron verdaderas paradojas para las religiones tradicionales, cuyo fundamento principal es el concepto de pecado.

"Si vives totalmente la ira, tu ira poco a poco desaparecerá. Si vives totalmente cualquier cosa, te transformarás. Enseño la totalidad. Si estas llorando deja que llore tu corazón. Deja que todo tu ser sea un llorar, que las lágrimas broten de todos tus poros. La vida es crecimiento y este sólo es posible cuando eres imperfecto. No hay necesidad de ser perfecto. La idea de perfección crea ansiedad, tensión, sentimientos de culpa. No te transforma. Te hace sentir culpable de no ser perfecto. Hay que aprender a estar centrado en medio de la tormenta. Como el eje que permanece quieto mientras la rueda da vueltas. Aprender a estar en el mundo, sin perderse en él".

El 1° de mayo de 1981, el maestro entró en etapa de silencio. Su salud empeoraba. Sus médicos personales decidieron llevarlo a los Estados Unidos para operar su columna. Viajó en silencio a Norteamérica. Sus sanyasins del nuevo mundo le regalaron tierras en Oregón y crearon, trabajando con sus propias manos, Rajneeshpuram, una ciudad para 500 personas, con capacidad de recibir 20.000 alojados. Allí empezaron a celebrar festivales anuales.

Aunque recupero su salud, la etapa norteamericana fue tensa y critica para el maestro. El gobierno conservador de Ronald Reagan rechazaba la existencia de Rajneeshpuram y buscaba pretextos para destruirla. En octubre de 1984, el maestro rompió el voto de silencio, y en 1985 comenzó a dar charlas publicas. El hostigamiento del gobierno crecía y la oportunidad para librarse de Osho se presentó el 14 de septiembre de 1985, cuando su secretaria privada cometió varias irregularidades, entre ellas un intento de envenenamiento al médico del maestro, y escapó llevándose 40 millones de dólares de propiedad de la comunidad. Osho abrió las puertas al gobierno para que investigara, pero se lo acusó de infringir las leyes de inmigración, enviándolo a la cárcel. Sus abogados lograron excarcelarlo en noviembre, pagando una fianza de 40.000 dólares, con el compromiso de que no volvería a Estados Unidos por cinco años. El gobierno presionó a otros países, para que no lo recibieran, lo que dio lugar a un doloroso peregrinaje por 21 naciones que, alineándose con el gigante del Norte, rechazaron su presencia negándole la visa e impidiéndole, a veces, hasta descansar en los aeropuertos.

El 4 de enero de 1987 retornó a Poona, pero en julio de 1988 se sintió con ánimo para dirigir la meditación al final de los discursos de la tarde. En esa época, creó una nueva técnica meditativa: la Rosa Mística.

En 1989, borró su pasado cambiando el nombre de Bhagwan Rajneesh por el de Osho, que deriva de la palabra oceanic, creada por William James, que significa "disolviéndose en el océano" y que en el lejano Oriente quiere decir "El Bendecido". Pero su salud empeora cada vez. Culpaba al envenenamiento de las prisiones el evidente deterioro de su cuerpo.

Ma Dharma Jyoti, en los capítulos finales de su libro, describe la desesperación de los médicos y la angustia de los sanyasins en la etapa previa a su muerte.

"Después de celebrar su cumpleaños, el 11 de diciembre de 1989, el maestro comenzó a decaer. Su doctor culpa a alguien que no conocemos de cantar mantras en sus discursos que emiten energías negativas dañina para sus centros nerviosos. Dos días mas tarde, el médico insiste en que alguien utiliza magia negra par dañar al maestro. Osho ha dicho que puede defenderse y devolver el mal a esa persona, pero que no es su estilo. Todos sentimos desesperación".

Enero de 1990 marca el principio del fin. Cada día se siente más débil, no puede pronunciar discursos ni liderar meditaciones. Es incapaz de caminar hasta el Gautama Buddha Auditórium. El día 18 ya no se levanta.

En la mañana del 19, su doctor observa un pulso irregular y le sugiere prepararse para resucitación cardiaca. Osho responde: "No. Déjenme ir. La existencia ha decidido que es el tiempo... Mi presencia será mucho mas fuerte sin el infierno de mi cuerpo torturado". Su médico afirma que el sufrimiento es el efecto del veneno de las prisiones americanas. A las 17:30 su espíritu vuela. Sus discípulos lloran desconsolados.

Su muerte fue noticia internacional de las agencias cablegráficas que hacían notar un dato curioso: el críptico epitafio grabado en la tumba que guarda sus cenizas había sido escrito por el propio maestro pocos días antes de morir: "Osho nunca nació, nunca murió, solamente visito el planeta Tierra entre el 11 de diciembre de 1931 y el 19 de enero de 1990".

Antes de su muerte, le preguntaron que pasaría cuando se fuera. Respondió: "Si hay algo de verdad en lo que he dicho, sobrevivirá. La gente interesada en mi trabajo llevará la antorcha, sin imponer nada a nadie... Deseo que no olviden el amor, porque si no es sobre él no se puede fundar iglesia alguna. La conciencia no es monopolio de nadie, igual la celebración, el regocijo y la mirada inocente de un niño... Conózcanse a sí mismos pues el camino es hacia adentro".

De acuerdo con sus orientaciones, florece hoy la comunidad Osho de Poona. Las nuevas reglas incluyen sus recomendaciones ante el SIDA. Los visitantes deben portar test negativo del HIV, Osho advirtió que el test y la prevención eran importantes medidas para frenar la epidemia, que podía afectar a dos tercios de la humanidad.

No hay visitante femenina que no se sienta reconfortada al conocer la profecía del maestro sobre la mujer, como futuro de la tierra: "La era que viene será de las mujeres. Los hombres han gobernado durante cinco mil años y su fracaso es amargo. En tres mil años han realizado cinco mil guerras. ¡Es suficiente! Ahora es tiempo de entregar a ellas todos los poderes. Es el tiempo de liberar las energías femeninas y deben ponerlas en funcionamiento".

 

FIN DE LA BIOGRAFIA


 

Dos fragmentos de Osho publicados en la misma nota:

 

Zorba el Buda

No estoy en contra de Zorba el griego, porque forma los conocimientos mismos de Zorba el Buda que nace de esa experiencia.

Así que estoy totalmente por este mundo, porque sé que el otro mundo sólo puede ser experimentado a través de este. Por eso no digo escápate, conviértete en un monje. Monje es aquel que ha ido en contra de Zorba. Es un escapista, un cobarde, ha obrado precipitadamente sin inteligencia. No es una persona madura. Un monje es inmaduro, codicioso, ambicioso del otro mundo y lo quiere demasiado pronto...

Vive en este mundo, porque te da madurez e integridad. Sus desafíos te entregan la oportunidad de centrarte en estado de alerta que se convierte en la escalera. Entonces puedes subir de Zorba a Buda...

No ansíes el otro mundo. Vive con intensidad y pasión, con totalidad, con todo tu ser. El Buda esta dormido en el Zorba. Hay que despertarlo y nadie puede hacerlo excepto la vida misma...

Solo viviendo algo totalmente, uno puede trascenderlo.

Primero sé un Zorba, una flor de esta tierra, y logra a través de ella la capacidad de ser un Buda, la flor del otro mundo que no está separado de este, no está en contra de este, sino escondido en este. Este mundo es sólo una manifestación del otro y el otro es la parte no manifiesta de este.

Del libro: Bhagwan. Vida, amor, risa. Editorial Endymion, 1995.

 

¿Por que dudo en disfrutar?

La gente muy rígida, incapaz de disfrutar nada, incapaz de siquiera de disfrutar un buen sueño, son aquellos que se interesan en Dios por razones equivocadas. Piensan que tienen que buscar a Dios porque la vida es inútil y vana. Recuérdalo: su Dios esta en contra de la vida...

Dios es la plenitud misma, es la fragancia misma de la vida. Dios es la unidad orgánica total de la vida. Dios no es algo que exista como una roca muerta. Dios no es estático. Dios es un fenómeno dinámico. Dios no existe, sucede...

Y cuando Dios sucede, todo sucede, los árboles, las estrellas, los ríos. En mi opinión la capacidad de disfrutar es la puerta. Nunca he sabido de gente seria que haya alcanzado a Dios. La seriedad es la barrera, la actitud equivocada. Todo lo que te vuelve serio es irreligioso. No vayas a una iglesia donde te vuelves serio.

Del libro: Ven Sígueme de Bhawan Shree Rajneesh. Editorial Ashram, 1983

 


NOTA:
La revista Uno Mismo se publica en Argentina, América del Sur, y constituye
un verdadero clásico en temas de autoconocimiento. En sus largos
años de vida, nos fue regalando aqui y allá con notas
verdaderamente antológicas sobre trabajo interno y temas
relacionados. El artículo publicado aquí, pertenece a una serie
sobre líderes espirituales. 


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