EL MILAGRO Y SUS ENIGMAS El material narrativo referido a los milagros en sentido amplio (señales y prodigios, exorcismos, curaciones y resurrecciones o reanimaciones de muertos) ocupa en el Nuevo Testamento un lugar privilegiado, especialmente en los Evangelios y en los Hechos de los Apóstoles . Este material, sin embargo, no es homogéneo y está formado por relatos de milagro,propiamente dichos, sumarios en los que se alude a la actividad taumatúrgica de Jesús y citas o alusiones a dicha actividad. Para situar el estudio del milagro en su contexto adecuado es preciso hacer una observación previa: Jesús no tuvo en su tiempo la exclusiva de los milagros, pues según el Nuevo Testamento también obraron milagros (ya fuesen curaciones, resurrecciones de muertos o exorcismos) los discípulos de Jesús, Pablo, los adeptos de los fariseos (Lc 11,19), un personaje anónimo que no pertenecía al grupo de discípulos (Lc 9,49) y diversos miembros de las comunidades cristianas primitivas que tenían el don de curaciones o de exorcismos (1 Cor 12,9.10.28-30; 2 Sant 5,14-16). Por lo demás, de los falsos mesías y profetas se dice en los evangelios que harán señales y prodigios que no hay que creer (Mc 13,22; Mt 24,24). El tratamiento de los milagros de Jesús plantea al lector moderno dos cuestiones al menos: La primera versa sobre la posibilidad del milagro y proviene del concepto mismo de milagro, que se rechaza a priori antes de cualquier examen de los textos. El hombre de hoy está convencido de que los milagros pertenecen al pasado, a otra mentalidad. Como heredero del racionalismo, lo que pone en duda no es ya la historicidad del milagro, sino su misma posibilidad. En su mentalidad, todo fenómeno que se declare "milagro" posee una explicación natural que hay que descubrir. La segunda cuestión se sitúa a nivel histórico y puede formularse así: ¿los relatos de milagro del Nuevo Testamento refieren hechos realmente sucedidos o son más bien el producto de un desarrollo cristológico efectuado bajo el influjo de la fe en Jesús, cuya finalidad fue la de presentarlo como un taumaturgo u hombre divino, a la manera de los hombres divinos de la época? LA CIENCIA Y EL MILAGRO Existe una pregunta que muchos cristianos nos preguntamos e incluso muchos agnosticos, cuando se aborda el tema de los milagros de Jesus: ¿Puede la Ciencia explicar los milagros protagonizados por Jesus a lo largo de su vida? Aunque debido a los avances de la ciencia nuestros conocimientos han avanzado hasta limites insospechados, lo cierto es que todavia no pueden justificar los prodigios que se relatan en el Nuevo Testamento. Y es que la Ciencia y las Creencia Religiosas caminan por caminos muy distintos y dispares. Ya en la antiguedad hubieron 2 ocasiones que el mismo estado de una nación opinó de manera diferente a lo que los cristianos como fé creemos acerca de los milagros: El 27 de Enero de 1732 en el Cementerio de Saint-Medard, fué colocado un cartel que nadie se molestó en quitar que rezaba asi: "Por orden del Rey se prohibe a Dios hacer milagros en este lugar". Se sabe que lo colocaron un grupo de personas pertenecientes a una secta denominada "Los Convulsionarios". Pero independientemente de las cuestiones por las cuales colocaron ese cartel, ahora casi 300 años despues, podriamos hacernos una pregunta sincera, independientemente de nuestra Fé como cristianos. ¿Que opina en la actualidad la ciencia? Pues hay que llegar a la conclusión siguiente: A cualquier cientifico que se le pregunte por no importa cual de los numerosos milagros obrados por Jesus en la Biblia, nos respondera con un humano y sencillo gesto: El encogimiento de hombros. La religión es una de las pocas cosas sobre las cuales la ciencia prefiere no opinar, y menos aun sobre Dios. Pero de mi cosecha particular podria añadir que es cierto que se deben seguir 2 caminos distintos, ya que una cosa es la ciencia y otra nuestras creencias. CIENCIA Y CREENCIA Es necesario hacer constar una cosa ante todo. La Fé y la Ciencia se mueven en terrenos bien diferentes y es mejor no mezclarlos. Ya que si la Fé fuera Ciencia, no seria necesario creer. Nos bastaria con ver. Tambien nos surge otra aseveración. Esta va dirigida a los que no creen en los milagros. Si los milagros fueran ciertos y reales ¿Que sentido tendria esforzarse en investigar y estudiar unas leyes del Universo que suponemos constantes... pero que en el curso del milagro cambian aleatoriamente sin explicación alguna? A lo largo de la Historia, nuestra historia como seres humanos, muchas civilizaciones se conformaron con creer, pero otras se esforzaron en proseguir investigando el aparente milagro de la Naturaleza en si. ¿Cuales estaban equivocadas? ¿No sería mejor examinarlo todo racionalmente y dejar nuestra fé (o al menos los que creemos) intacta? Un pensador ilustre prologando un famoso libro llamado "El Retorno de los Brujos" nos dejó una frase reveladora que nos debería hacer pensar: "El primer error de los clérigos se produjo el dia que representaron a los angeles con alas. Al cielo hay que subir con las manos..." LOS MILAGROS Y EL DIABLO Es notorio afirmar que los milagros que efectuó Jesus suponían un autentico desafio a las Leyes de la Naturaleza y eran una autentica afrenta a la fisica, la quimica y a toda disciplina cientifica. En la Edad Media segun afirma Peter Kolosimo, el diablo estuvo siempre en casa del psiquiatra. Ya que se registraron verdaderas epidemias de satanismo y el Maligno continua atacando a sus victimas incluso en nuestros dias. La antigua psiquiatria habia recopilado bajo el titulo de "Demonopatia" todas las manifestaciones morbosas de la potencia infernal. Se trataba de un reagrupamiento artificial, pero las condiciones lo aconsejaban. Hay que pensar que personas enterradas vivas, creidas como muertas, se nos entremezclan a lo largo de la historia. Y ademas tenemos el fenomeno de la catalepsia. Si recordamos a los alquimistas, si nos recreamos en el relato de la transformación del agua por vino en las bodas de Canaan, si recordamos relatos infernales que constituyen por el nucleo de su narración en verdaderos milagros efectuados por el "Maligno", ¿cual debe ser nuestra conducta?